jueves, 30 de abril de 2020

Seremos para siempre



Odiaba las despedidas; me superaban. Conocía lo duras que eran y cada vez las llevaba peor. Esa sensación de un viaje de vuelta aún sabiendo que volvería, esa sensación de necesitar un abrazo por no querer irte, esa sensación agridulce de sentir que dejas lejos algo que necesitas muy cerca... 

Hasta que no arriesgas; no sabes lo que va a pasar. Palabras como futuro, ciudad, mañana no quieres que existan en tu vocabulario. Cuando arriesgas;  simplemente sientes que has de dejarte llevar. 

A pesar de las diferencias, nunca me dio miedo conocer tu mundo, nunca me dio miedo conocerte, nunca me dio miedo compartir; algo bastante extraño en mi aún cuando pueda parecer lo contrario. Solo un pensamiento inundaba mi mente; dos personas que se sienten en algún momento de su vida tendrán derecho a estar juntos más de lo que esperan.

En esta ocasión la sensación de despedida es bastante diferente; atrás queda la sensación de volver y entra la sensación de saber que dejas algo lejos; esta vez, aparentemente para siempre. Sin embargo, hay una sensación que no cambia: podría transmitirte con un solo abrazo cuánto te voy a echar de menos.