jueves, 14 de mayo de 2020

martes, 12 de mayo de 2020

Lost on you


- Quiero todo contigo amor.
- Y yo: 
Quiero todo contigo amor.
Quiero, todo, contigo amor.
Quiero todo, contigo amor.
Quiero todo contigo, amor.

lunes, 11 de mayo de 2020

La niebla también quiso formar parte de esta historia

El día amanecía con niebla y un lunes más desde que permitieron el deporte, las horas de sueño arrastradas no le impedían hacer despertar la sensación que le producía salir a correr y durante breves momentos dejar su mente en blanco, buscar su superación y no pensar.

Los lunes comenzaba para ella una nueva semana de manera literal. Cortaba con la semana anterior y los momentos de bajón de los domingos se invertían para derrochar la energía que decían le caracterizaba y tras su trote mañanero y un buen desayuno afrontaba el día con mucha más paz y serenidad. Aún con todo, en un día de reencuentros para muchos y en víspera a su cumpleaños, Anastasia sentía no era capaz de cerrar una de las puertas que había atravesado durante el confinamiento. Le repateaba que por su mente todavía rondara la idea de que cuando todo esto pasara, se volverían a ver y solo con mirarse sabrían lo imbéciles que ambos habían sido, demostrándose con tan sólo un abrazo que todo fue real y que todavía les quedaba mucho por sentir juntos.

👁‍🗨 Vamooooosss!!! Qué tal tu? Has descansado?

Esos mensajes le daban la vida. Intentaba alegrar las mañanas mandando amaneceres a quienes apoyaban sus pasiones de trotar en la oscuridad y puesto que el resto despertaba un pelín más tarde recibir esos mensajes le aportaba un chute de positivismo que la transformaba de tal manera que hasta ella misma en ocasiones sentía que si alguien la estuviera mirando tras la ventana hacía unas horas sentiría no que está loca, sino que es bipolar.

Uno siempre es completamente consciente cuando sabe que algo no ha terminado; que queda algo pendiente. 

Suena Lucha de Gigantes- Live de Antonio Vega y comienza a llover...

domingo, 10 de mayo de 2020

Reencuentros aplazados que volverán a repetirse



En su cabeza, un montón de personas a las que poder abrazar a medida que fueran pasando cada una las fases. Siguiendo las normativas, sabía que con su familia no se podrían dar esos primeros abrazos y exaltación de sentimientos. Sin embargo, pensar en un reencuentro con su otra familia desperdigada ya le ponía nerviosa.

Nunca fue una chica cariñosa, le gustaba demostrar a su manera; con detalles y cosas varias, pero los abrazos y los besos los guardaba solo para determinados momentos. No por falta de interés ni por falta de ganas, simplemente porque el contacto físico nunca fue su fuerte.

Aquel domingo despertó en el mood domingo que desde hacía varias semanas era habitual. Contestó varias llamadas, escuchó varios audios, leyó varios mensajes y se puso a trabajar. Se sentía agradecida sabiendo que para sus amigos era muy especial aunque no lo lograba expresar y trasladar. Para ella, ese confinamiento había servido para valorar mucho más la amistad, para conocer a grandes personas y para reafirmarse en que todos en la vida pueden de una manera u otra aportar y sumar.

No sabía cuántos días exactos quedarían para poder volver a ver, abrazar y dialogar; simplemente se limitaba a no pensar. Llevaba el confinamiento sola y sin contacto físico con nadie, no quería ilusionarse ni ir más allá; << lo que tenga que venir, vendrá >> era su filosofía y hasta el momento no le había ido nada mal.

Aquel domingo de mayo también le dio por pensar en todos los encuentros que le hubiera encantado se produjeran y que por diversos motivos, no iban a pasar. Las redes sociales y los medios ese fin de semana no le hacían más que recordar que volvían los viajes, los encuentros con seres queridos y se daba un pasito más hacia la nueva realidad.

Recuerdos. Recuerdos en su cabeza un día más.

Sentada en su escritorio, quiso canalizar su nerviosismo con mucha premura ante un momento que no tenía fecha de caducidad. Comenzó a pasar a papel qué diría a las personas con las que había compartido el confinamiento más allá de ese esperando abrazo. Porque, sin saber cuál sería la fecha exacta, si sentía la necesidad de expresar a esas personas que iba a abrazar con su tónica habitual lo que habían supuesto en su día a día y cómo el confinamiento ponía en valor la palabra estar

-Anastasia, ¿hasta dónde estas dispuesta a llegar?- se preguntó a si misma 
-Hasta el final, como siempre hemos venido a ganar no a jugar y esta gente tiene que saber que el esperando reencuentro para mi, se quedará soso con un solo abrazo y algo más hay que contar.

viernes, 8 de mayo de 2020

Antítesis


Me gustaría decirte, pero no te digo.
Me gustaría escribirte, pero no te escribo. 
Me gustaría llamarte, pero no te llamo.
Me gustaría contarte, pero imposible contarte.
Me gustaría preguntarte, pero no tendría ningún sentido.

Sin embargo,

No me gustaría pensarte, y te pienso.
No me gustaría echarte de menos, y es inevitable.
No me gustaría esperanzarme, y todos los días me ilusiono de nuevo.
No me gustaría que esto acabara, y el tiempo me recuerda que otro día acaba sin saber nada de ti.
No me gustaría que existiera la distancia, y lamentablemente existe una frontera innecesaria.

Y aún con todo esto hay algo que tengo muy claro: no me gustaría olvidarte y por eso, a día de hoy me gustaría seguir pensando en positivo, pero no te lo transmito.

martes, 5 de mayo de 2020

Antigua normalidad


Como ha cambiado la vida; tú vida, mi vida; nuestra vida.

Nunca imaginamos que las cosas que antes considerábamos cotidianas se volvieran por un tiempo ilimitado inalcanzables. Supongo que el confinamiento nos ha hecho a todos reflexionar aunque creo que la cosa no va de suponer, sino de ser valientes y afirmar. Absolutamente a todos en mayor o en menor medida nos ha dado por pensar. 

La gran mayoría de nosotros estamos viviendo en situaciones relativamente cómodas de las que no nos tenemos que quejar, sin embargo, en ciertas ocasiones los pensamientos nos sobrepasan y nuestra cabeza va mucho más allá. Querida cabeza, tú también necesitas descansar.

Hemos tenido que adaptarnos a una nueva realidad, generar una nueva rutina en nuestras vidas, conocernos a nosotros mismos y conocer mucho más a los demás. Ninguno de nosotros ha sido capaz de afrontar de la misma manera esta llamada “nueva realidad”. 

Hemos ganado mucho y también hemos perdido. No sé si soy la única persona que en ocasiones piensa que éste es un mundo irreal y que todo lo que está pasando quedará en el olvido sin más. Ojalá fuera tan fácil, todos sabemos que queda mucho por caminar, mucho por esperar, recuperar o sanar y en algunos casos; sabemos que hay cosas que nunca volverán.

En ocasiones, me da miedo mirar hacia atrás, ver cual era mi normalidad y saber que muchas de las cosas que eran mi prioridad, en esta realidad ni si quiera están ni estarán. Hay que caminar, todo pasará aunque con una nueva normalidad. Hemos de ser conscientes que el presente como siempre; es lo que prevalece y hay que aprovechar. 

Me gustaría saber cuándo dejaremos de hablar de “nueva normalidad”, de “nueva realidad” y comencemos a hablar de la antigua normalidad. Quiero saber cuándo podré ver a personas queridas, cuándo podré abrazar, cuándo podré viajar, cuándo podré hasta “olvidar”.

El mundo ha cambiado y todos somos consientes que estas lecciones de vida que nos han venido en forma de cuarentena nos harán evolucionar. Todo pasa por algo, tendremos que adaptarnos a la dichosa nueva realidad para volver a la querida antigua normalidad. 

Creo que mentalmente de una forma u otra todo este tiempo en “soledad” dejará secuelas en cada uno de nosotros que en muchas ocasiones no sabremos ni que están. No sé tú, pero creo que nuestro lado más humano saldrá cuando minuto a minuto veamos que esto tiene un final. Espero que en algunos casos se convierta en un punto y seguido y en muy pocos un punto y final.

¿Por qué apelar a lo humano? ¿Por qué apelar al amor en sus múltiples formas? Porque tal y como exponía al inicio de este confinamiento es lo que hace realmente avanzar. 

Y un día más la vida nos recuerda que somos unos afortunados. Que ojalá fuéramos conscientes y brindáramos por ello de una forma u otra. 
Nos recuerda también; que los abrazos no implican el roce de la piel, que los besos no siempre significan proximidad, que muchos “hola” llevan detrás un “¿cómo estás?” y que un simple “te echo de menos”, “mañana más”, “buenos días” alegran un día y muchas noches si se sienten de verdad. 
Nuestros corazones y sentimientos se han puesto a hablar. Y ahora más que nunca somos conscientes de que la distancia existe para absolutamente todos nosotros y sentir de verdad es lo que nos hace realmente avanzar. ¡Ya queda un día menos! ¡Se hace camino al parar!

Y hasta que podamos abrazar a nuestras familias, bebernos una cerveza con nuestros amigos o en mi caso, demostrar mediante un abrazo que todo funcionará, no espero que nada cambie, simplemente mantengo la esperanza de que entre todos conseguiremos algún día desde la antigua normalidad mirar hacia atrás y ser un poquito más humanos en esta nueva realidad. 






lunes, 4 de mayo de 2020

🧘‍♀️


Existen personas que siempre están, que no te dejan caer, que con una simple pregunta, saludo o envío de cualquier gilipollez te sacan una sonrisa en cualquier momento del día. Personas de las que sabes no te debes alejar, que te hacen más grande y que gracias a ellas encuentras tu estabilidad emocional. 

No es egoísmo querer pasar tiempo con uno mismo, decir que no, “parar” el tiempo de vida, encontrar nuestro yo y establecer límites con uno mismo y con el resto. Sí es egoísmo pensar solo en uno sin escuchar lo que te dice el mundo pensando que la vida solo avanzará cuando uno quiera. El tiempo no para; paramos nosotros.

La felicidad está en las pequeñas cosas, en los pequeños momentos y en las grandes personas. En esta sociedad actual es complicado encontrar a quien te escuche, te sostenga la mano y quiera hacerte avanzar en el sendero por el que tú consideras debes caminar. Actualmente no existen valores, no existe casi educación y el egoísmo impera cada vez más en una sociedad marcada por el individualismo y el aparentar.

¿Pero y la felicidad? ¿Quién de verdad piensa en tu felicidad? Aquellos que no se aferran a una única realidad, que escuchan, que se ponen en tu lugar, que te animan y te aconsejan sin importar cómo de rara sea tu historia, tus inquietudes, tus ralladas o tu bajón puntual. La vida no es lineal. La vida no pretende gustar, sin embargo, engancha.

Es complicado decir lo que se siente sin que en muchas ocasiones parezca una rareza y más loco es sentir desde dentro y que sea el corazón; un corazón abierto el que se encargue de hablar. Por ello:

  • Rodéate de personas con las que abrirte si sientes la necesidad de expresar no se convierta en una rareza. 
  • Rodéate de personas que no juzguen tus actos ni juzguen tus decisiones.
  • Rodéate de personas que quieren que avances y te animen a jugar y ganar.
  • Rodéate de personas que aunque no están en tu día a día te demuestren sí lo están.
  • Rodéate de personas a las que no le importe les vuelvas a decir día tras día “estoy menos roto que ayer”.
  • Rodéate de personas positivas objetivas.
  • Y sobre todo; rodéate de personas que te demuestren que aunque tengamos días grises, siempre vuelve a salir el sol.


No siempre menos por menos es más. Estamos muy equivocados cuando pensamos que las heridas siempre las cura el tiempo. En muchas ocasiones, nosotros mismos nos encargamos de curar, sanar y cicatrizar.

Protege tu paz, apóyate en quien quiere sumar.

domingo, 3 de mayo de 2020

Echarte de menos se me hace raro



Es imposible que te hagas a la idea cuánto te echo de menos. No hay día que pase en el que no siga pensando en un recuerdo, una palabra, un gesto. No hay día que pase en el que vea algo tuyo y se me remueva el estómago... No hay día que pase y piense en todo lo que planeábamos hacer.

Sería todo tan sencillo si dieras un paso... Entiendo, que si no lo has hecho a día de hoy es porque sabes que no tienes que darlo. Todo paso cuenta, aunque ese paso me aleje más de ti. Parece que, una vez más lo sencillo era darme la razón a través del tiempo. 

Apostamos por esto como nunca antes yo había apostado. Todavía sigo preguntándome por qué lo hice; no porque me arrepienta, simplemente porque tal vez tenía que haber escuchado a la razón y no al corazón. Aunque contigo todo era diferente, todo era especial, todo era nuestro.

Nunca había extrañado tanto a alguien sin prácticamente conocerle... Coincido; los cortimers tenemos muchas limitaciones y yo encabezo la lista. No entiendo por qué sigo manteniendo la esperanza de que las cosas sean diferentes.

En ocasiones necesitamos sanar, tener tiempo para nosotros mismos... Me produce rabia pensar que no pude mantener la llama que estaba encendiéndose de nuevo en ti. No por mi; sino por ti, necesitabas ver tu luz.

La vida no es cómo la quieres, la vida es cómo haces que sea en la gran mayoría de ocasiones. 

Me fui por ti, porque si por mi hubiese sido; jamás me hubiese ido. Y aún con todo, siento que no soy capaz de  cerrar este capítulo.